Buenos días le dije, y ella no supo que decir así que prefirió seguir su camino sonriendo.
Los días para ella no eran muy fáciles y para mí tampoco. Mi vida se complicaba más, la gente empezaba a decir que yo era muy diferente.

Claro no vayan a pensar que soy una especie de vampiro o extraterrestre, en realidad soy un superhéroe. Muy raro de creer en estos tiempos de tanta delincuencia pero es cierto... soy un superhéroe pero a mi manera.

El día estaba algo tranquilo y yo me sentía más fuerte que nunca... demostrándole a muchas personas todo lo que podía hacer... pero cuando la vi, fue como perder todos mis poderes, mi súper fuerza se iba de a pocos... sentía que levitaba... hasta que escuche una voz .. Que me decía: "que buena historia", y fue cuando comprendí que soñar no cuesta nada, pero quita tiempo.